El acero inoxidable ofrece a la industria láctea tres ventajas que lo distinguen de otros materiales: Higiene, tiene una óptima capacidad de lavado y en consecuencia, un elevado grado de eliminación de bacterias. Material inerte, no modifica las propiedades físicas, químicas o biológicas de los alimentos al entrar en contacto con éstos en cualquiera de sus diferentes estados. Elevada resistencia a la corrosión, en presencia de sustancias propias de los alimentos, garantizando con ello la inexistencia de toxicidad y la conservación de todas las propiedades organolépticas tales como sabor, olor, color, textura y apariencia.
Son tres fases de la producción de productos lácteos en las que se utiliza en acero inoxidable principalmente:
1. En la ordeña de los animales en el establo, almacenamiento y transporte de la leche hacia las plantas productoras.
2. Almacenamiento de la leche en plantas productoras.
3. Producción de derivados: quesos, mantequilla, yogurt, entre otros.